Para una mente religiosa, fraguada como tal según el Antiguo Testamento Bíblico, indiscutiblemente que ‘Yavé-Dios’ es eso: “Yavé Dios”. Para una mente no bíblica habría que recurrir a una encuesta que nos diera un perfil de ‘Yavé-Dios’.
¿Y para nosotros, los que hemos aceptado el Nuevo Testamento, quién es ‘Yavé-Dios’?
Como siempre se nos ha hablado de ‘Yavé Dios’, indiscutiblemente que sería el mismo personaje del Antiguo Testamento: ‘Dios’, sin más rodeos.
Mas, sin negar la concepción religiosa, me permito hacer algunas reflexiones, que, sin pretensión de negar ni de ofender, considero que nos acercarían un poco más al conocimiento de ‘Yavé-Dios’.
No me basta con leer la Biblia literalmente y según costumbre decir ‘amén’. Yo mismo, creyendo en Dios y convencido de su existencia, presencia y potencia, me llamo a reflexión sobre algunos de los muchos pasajes bíblicos. Uno de ellos, en el Nuevo Testamento.
Y he aquí mi pregunta: Si “Dios es espíritu, y los que le adoran han de adorarle en espíritu y en verdad… /y/ a Dios nadie le vio jamás”, ¿quién es ese ‘Yavé-Dios’ que se aparece a los hombres, que habla con ellos, que litiga con ellos, que los amenaza y castiga hasta con el exterminio, o los bendice en predilección? ¿Quién es ese ‘Yavé-Dios’, que exige sacrificios de los más tiernos y robustos animales, que necesita que le hagan templos, que recela de otros dioses…? ¿Quién es que, a nombre suyo, se han hecho guerras infames y se ha masacrado impíamente al vencido?
Leyendo la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis nos enteraremos quién es ese ‘Yavé-Dios’. “Lo escrito, escrito está”. No es invención mía.
‘Yavé-Dios’ escoge a uno de los pueblos de la Tierra y establece con él alianza, y hasta “alianza eterna”. Y en prueba de ello, de ese pacto entre el Dios y el hombre, ‘Yavé-Dios’ exige la circuncisión y oblaciones de sangre.
Un Dios que, desde lo alto, ve la aflicción de su pueblo y se conduele de él, y baja en su auxilio y se convierte en el recto de su destino. Y si bien lo censura y castiga, también lo bendice y protege de sus enemigos.
Ya desde el ‘paraíso’ comienzan los dites y diremes y las reyertas entre ‘Yavé-Dios’ y el hombre: desafíos, amenazas, sentencias… Y el hombre, en su espíritu de engaño, tratando de burlar a su Señor… Pero siempre se imponía la ley del más fuerte sobre el más débil a nombre de ‘Yavé-Dios’. Así hasta nuestros días. Lamentablemente esto es un burleta a la pureza del nombre de Dios. Hombres revestidos de religiosidad subyugando a otros por la fuerza o por el dominio de unas mentes más sagaces sobre otras más débiles. Hombres inescrupulosos, al fin, que, como decía Jesús, “ni entran, ni dejan entrar”.
Todo esto, y la fe ciega del pueblo “escogido”, debe de tener una explicación. Yo encuentro en el concepto que el pueblo se ha forjado de ‘Yavé-Dios’ una evolución, y ésta comienza desde el ‘paraíso’: Primero un Dios creador sin comunicación con el hombre. Después un Dios que recrimina la desobediencia del hombre al mandato divino. Y como consecuencia: el destierro del hombre. Y un hombre envuelto en su propia historia que atrae la atención de su Dios. Así hasta la venida del Cristo, como Hijo del mismo Dios, ‘Yavé-Dios’. En resumen: de un Dios creador, de sentencias aterradoras, y posteriormente de un Dios que pide sacrificios y se muestra guerrero, hemos pasado hasta un Dios Padre Todopoderoso y Amoroso. Un cambio profundo en la mentalidad de los hombres. Pero un cambio que ha marcado etapas históricas en la relación ‘Yavé-Dios’ y hombre; y hombre y hombre. Evolución que, sólo en parte, ha dejado atrás el “ojo por ojo y diente por diente” y lo ha sustituido por la ley del amor. Ley del amor todavía en teoría; en la práctica sigue siendo ley de la mentira y del aprovechamiento del fuerte sobre el débil. El cambio mental no se ha conjugado aún en aplicación real. El hombre necesita evolucionar históricamente mucho más, hasta elevarse a planos de ‘Conciencia Cósmica’: planos de unidad, de universalidad y de trascendencia, donde la imagen del ‘Yavé-Dios’ guerrero desaparezca del mapa y sea suplantada la imagen crística de un ‘Yavé-Dios’ Padre Amoroso, Esencia, Presencia y Potencia que todo lo sincroniza y armoniza hasta hacernos ver y sentir en EL como lo que realmente somos: sus criaturas, su imagen, sus hijos…. Necesitamos aprender a comportarnos como verdaderos hermanos.
Por supuesto que, para los de fe ciega, ‘Yavé-Dios’ es letra bíblica inmodificable. Tales mentes no se han abierto a lo de Arriba ni a lo de abajo. El fanatismo, el dogmatismo y el radicalismo consecuentes imperan en ellos. La historia continúa en su fase inicial: mentira, guerra, sangre, pasiones desordenadas… Y esto nos motiva a preguntar: ¿llegarán ‘Yavé-Dios’ y el hombre a un entendimiento?
Quien “en espíritu y en verdad” se acerque a ‘Yavé- Dios’ comprenderá de su omnipotencia, de su magnanimidad y del flujo de su amor que corre por nuestras venas. Y no tendrá escrúpulos en mirar hacia atrás y recorrer los capítulos de su concepción histórica sobre ‘Yavé-Dios’. Y desde esta ventana de “en espíritu y en verdad” es desde donde yo me asomo a contemplar a la UNICA DEIDAD, al GRAN TODO, ESO que siempre ha sido y lo será en LO QUE en mi ser como consistencia.
Algo, no obstante, no han visto los seguidores de fe ciega. Pareciera que han cerrado sus mentes y se han empedernido sus corazones; algo así como caer en la obsesión y en la intrascendencia; lo miden todo en función de lo que promueve las guerras: el desamor y el interés. Y al ‘Yavé-Dios’ lo han enmarcado en una fase histórica inmodificable. Todavía ‘Yavé-Dios’ pertenece al criterio guerrero de pueblos primitivos. En tal sentido preguntó Josué a ‘Yavé-Dios’: “¿Eres de los nuestros o de los enemigos?”. ‘Yavé- Dios’ respondió: “No, soy un príncipe del ejército de Yavé, que vengo ahora”. Esta respuesta de ‘Yavé-Dios’ se abre a nuevas interpretaciones sobre ‘Yavé-Dios’: ¿Un príncipe del ejército de Yavé…? ¿Acaso un ‘Plenipotenciario’ del ejército celestial? ¿Acaso ‘Yavé-Dios’ era el rey que comandaba esos ejércitos celestiales?. ‘Yavé-Dios’ no solía venir solo a la Tierra, según esto; tenía su ejército. Su presencia era de comandos. Y esto se aprecia también cuando en el Génesis ‘Yavé-Dios’ habla en plural: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, y esto no es un simple giro literario, sino toda una realidad en el vocabulario utilizado. Y esta otra expresión: “He ahí el hombre como uno de nosotros”. Sin olvidar que todo esto se da en un contexto histórico de pueblos primitivos, que aún persisten en otros lugares de la Tierra con una concepción teísta parecida a la del pueblo de Israel. ¿Acaso también en Sodoma y Gomorra no actuó el comando de ‘Yavé-Dios’? Leamos la Biblia y hallaremos otros pasajes que refieren lo mismo: Yavé-Dios’ como guerrero y en comandos. Y en David lo tenemos de igual manera: “El es el Dios que me otorga la venganza. El que me somete los pueblos. El que me libra de mis enemigos…”.
Y vemos en la Biblia un Dios que continuamente baja de los cielos en una nave /ovni/ con los mismos estrépitos y fenómenos, y hasta quizás con más agudeza, que un potente avión. Y su semejanza a éste se ve cuando “prende sus motores”, cuando “en rededor suyo hay tinieblas por velo… Recubrió con calígine acuosa y densas nubes”.
¿Por qué no me ayuda el amable lector a responder a la pregunta sobre ‘quién es Yavé-Dios’? De seguro que en la Biblia se desdoblarán páginas y más páginas con respuestas más acertadas que las mías.
En mi mente no caben dudas de quién sea ‘Yavé-Dios’ y si este ‘Yavé-Dios’ puede ser al mismo tiempo el Dios Único y Verdadero ‘no guerrero y Padre Bondadoso’ de todos nosotros. Y no tiene lugar la duda en mi mente, porque la Presencia del GRAN TODO
la siento en cada una de las células de mí ser. Y no sólo la siento, sino que me sumerjo en ELLA y como en lenguaje sin palabras ni signos sensibles percibo y comprendo su habla, y me identifico en ELLA como en un espejo que me refleja en radiante imagen. Tal ha llegado a ser el ‘Yavé-Dios’ en mi mente y en mi espíritu. No temas luchar con la letra bíblica ni con los criterios manipuladores de tal o cual religión; importante es pedir al mismo tiempo luz para que lo religioso se transmute en trascendental y yo puedas ver en la Biblia el espíritu de dios único y verdadero. ‘Yavé Dios’ lo ha dicho y lo cumple: “Llámame de todo corazón que yo me mostraré a ti y te haré conocer cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Y entre esas cosas ocultas comprenderás quién es el ‘Yavé-Dios’ guerrero… Y así podrás dar una respuesta acertada a mi pregunta.
¡PIES EN TIERRA!
¡LIBERTAD, JUSTICIA Y AMOR!
Manuel, Profeta de ‘Clave 9’.
¿Y para nosotros, los que hemos aceptado el Nuevo Testamento, quién es ‘Yavé-Dios’?
Como siempre se nos ha hablado de ‘Yavé Dios’, indiscutiblemente que sería el mismo personaje del Antiguo Testamento: ‘Dios’, sin más rodeos.
Mas, sin negar la concepción religiosa, me permito hacer algunas reflexiones, que, sin pretensión de negar ni de ofender, considero que nos acercarían un poco más al conocimiento de ‘Yavé-Dios’.
No me basta con leer la Biblia literalmente y según costumbre decir ‘amén’. Yo mismo, creyendo en Dios y convencido de su existencia, presencia y potencia, me llamo a reflexión sobre algunos de los muchos pasajes bíblicos. Uno de ellos, en el Nuevo Testamento.
Y he aquí mi pregunta: Si “Dios es espíritu, y los que le adoran han de adorarle en espíritu y en verdad… /y/ a Dios nadie le vio jamás”, ¿quién es ese ‘Yavé-Dios’ que se aparece a los hombres, que habla con ellos, que litiga con ellos, que los amenaza y castiga hasta con el exterminio, o los bendice en predilección? ¿Quién es ese ‘Yavé-Dios’, que exige sacrificios de los más tiernos y robustos animales, que necesita que le hagan templos, que recela de otros dioses…? ¿Quién es que, a nombre suyo, se han hecho guerras infames y se ha masacrado impíamente al vencido?
Leyendo la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis nos enteraremos quién es ese ‘Yavé-Dios’. “Lo escrito, escrito está”. No es invención mía.
‘Yavé-Dios’ escoge a uno de los pueblos de la Tierra y establece con él alianza, y hasta “alianza eterna”. Y en prueba de ello, de ese pacto entre el Dios y el hombre, ‘Yavé-Dios’ exige la circuncisión y oblaciones de sangre.
Un Dios que, desde lo alto, ve la aflicción de su pueblo y se conduele de él, y baja en su auxilio y se convierte en el recto de su destino. Y si bien lo censura y castiga, también lo bendice y protege de sus enemigos.
Ya desde el ‘paraíso’ comienzan los dites y diremes y las reyertas entre ‘Yavé-Dios’ y el hombre: desafíos, amenazas, sentencias… Y el hombre, en su espíritu de engaño, tratando de burlar a su Señor… Pero siempre se imponía la ley del más fuerte sobre el más débil a nombre de ‘Yavé-Dios’. Así hasta nuestros días. Lamentablemente esto es un burleta a la pureza del nombre de Dios. Hombres revestidos de religiosidad subyugando a otros por la fuerza o por el dominio de unas mentes más sagaces sobre otras más débiles. Hombres inescrupulosos, al fin, que, como decía Jesús, “ni entran, ni dejan entrar”.
Todo esto, y la fe ciega del pueblo “escogido”, debe de tener una explicación. Yo encuentro en el concepto que el pueblo se ha forjado de ‘Yavé-Dios’ una evolución, y ésta comienza desde el ‘paraíso’: Primero un Dios creador sin comunicación con el hombre. Después un Dios que recrimina la desobediencia del hombre al mandato divino. Y como consecuencia: el destierro del hombre. Y un hombre envuelto en su propia historia que atrae la atención de su Dios. Así hasta la venida del Cristo, como Hijo del mismo Dios, ‘Yavé-Dios’. En resumen: de un Dios creador, de sentencias aterradoras, y posteriormente de un Dios que pide sacrificios y se muestra guerrero, hemos pasado hasta un Dios Padre Todopoderoso y Amoroso. Un cambio profundo en la mentalidad de los hombres. Pero un cambio que ha marcado etapas históricas en la relación ‘Yavé-Dios’ y hombre; y hombre y hombre. Evolución que, sólo en parte, ha dejado atrás el “ojo por ojo y diente por diente” y lo ha sustituido por la ley del amor. Ley del amor todavía en teoría; en la práctica sigue siendo ley de la mentira y del aprovechamiento del fuerte sobre el débil. El cambio mental no se ha conjugado aún en aplicación real. El hombre necesita evolucionar históricamente mucho más, hasta elevarse a planos de ‘Conciencia Cósmica’: planos de unidad, de universalidad y de trascendencia, donde la imagen del ‘Yavé-Dios’ guerrero desaparezca del mapa y sea suplantada la imagen crística de un ‘Yavé-Dios’ Padre Amoroso, Esencia, Presencia y Potencia que todo lo sincroniza y armoniza hasta hacernos ver y sentir en EL como lo que realmente somos: sus criaturas, su imagen, sus hijos…. Necesitamos aprender a comportarnos como verdaderos hermanos.
Por supuesto que, para los de fe ciega, ‘Yavé-Dios’ es letra bíblica inmodificable. Tales mentes no se han abierto a lo de Arriba ni a lo de abajo. El fanatismo, el dogmatismo y el radicalismo consecuentes imperan en ellos. La historia continúa en su fase inicial: mentira, guerra, sangre, pasiones desordenadas… Y esto nos motiva a preguntar: ¿llegarán ‘Yavé-Dios’ y el hombre a un entendimiento?
Quien “en espíritu y en verdad” se acerque a ‘Yavé- Dios’ comprenderá de su omnipotencia, de su magnanimidad y del flujo de su amor que corre por nuestras venas. Y no tendrá escrúpulos en mirar hacia atrás y recorrer los capítulos de su concepción histórica sobre ‘Yavé-Dios’. Y desde esta ventana de “en espíritu y en verdad” es desde donde yo me asomo a contemplar a la UNICA DEIDAD, al GRAN TODO, ESO que siempre ha sido y lo será en LO QUE en mi ser como consistencia.
Algo, no obstante, no han visto los seguidores de fe ciega. Pareciera que han cerrado sus mentes y se han empedernido sus corazones; algo así como caer en la obsesión y en la intrascendencia; lo miden todo en función de lo que promueve las guerras: el desamor y el interés. Y al ‘Yavé-Dios’ lo han enmarcado en una fase histórica inmodificable. Todavía ‘Yavé-Dios’ pertenece al criterio guerrero de pueblos primitivos. En tal sentido preguntó Josué a ‘Yavé-Dios’: “¿Eres de los nuestros o de los enemigos?”. ‘Yavé- Dios’ respondió: “No, soy un príncipe del ejército de Yavé, que vengo ahora”. Esta respuesta de ‘Yavé-Dios’ se abre a nuevas interpretaciones sobre ‘Yavé-Dios’: ¿Un príncipe del ejército de Yavé…? ¿Acaso un ‘Plenipotenciario’ del ejército celestial? ¿Acaso ‘Yavé-Dios’ era el rey que comandaba esos ejércitos celestiales?. ‘Yavé-Dios’ no solía venir solo a la Tierra, según esto; tenía su ejército. Su presencia era de comandos. Y esto se aprecia también cuando en el Génesis ‘Yavé-Dios’ habla en plural: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, y esto no es un simple giro literario, sino toda una realidad en el vocabulario utilizado. Y esta otra expresión: “He ahí el hombre como uno de nosotros”. Sin olvidar que todo esto se da en un contexto histórico de pueblos primitivos, que aún persisten en otros lugares de la Tierra con una concepción teísta parecida a la del pueblo de Israel. ¿Acaso también en Sodoma y Gomorra no actuó el comando de ‘Yavé-Dios’? Leamos la Biblia y hallaremos otros pasajes que refieren lo mismo: Yavé-Dios’ como guerrero y en comandos. Y en David lo tenemos de igual manera: “El es el Dios que me otorga la venganza. El que me somete los pueblos. El que me libra de mis enemigos…”.
Y vemos en la Biblia un Dios que continuamente baja de los cielos en una nave /ovni/ con los mismos estrépitos y fenómenos, y hasta quizás con más agudeza, que un potente avión. Y su semejanza a éste se ve cuando “prende sus motores”, cuando “en rededor suyo hay tinieblas por velo… Recubrió con calígine acuosa y densas nubes”.
¿Por qué no me ayuda el amable lector a responder a la pregunta sobre ‘quién es Yavé-Dios’? De seguro que en la Biblia se desdoblarán páginas y más páginas con respuestas más acertadas que las mías.
En mi mente no caben dudas de quién sea ‘Yavé-Dios’ y si este ‘Yavé-Dios’ puede ser al mismo tiempo el Dios Único y Verdadero ‘no guerrero y Padre Bondadoso’ de todos nosotros. Y no tiene lugar la duda en mi mente, porque la Presencia del GRAN TODO
la siento en cada una de las células de mí ser. Y no sólo la siento, sino que me sumerjo en ELLA y como en lenguaje sin palabras ni signos sensibles percibo y comprendo su habla, y me identifico en ELLA como en un espejo que me refleja en radiante imagen. Tal ha llegado a ser el ‘Yavé-Dios’ en mi mente y en mi espíritu. No temas luchar con la letra bíblica ni con los criterios manipuladores de tal o cual religión; importante es pedir al mismo tiempo luz para que lo religioso se transmute en trascendental y yo puedas ver en la Biblia el espíritu de dios único y verdadero. ‘Yavé Dios’ lo ha dicho y lo cumple: “Llámame de todo corazón que yo me mostraré a ti y te haré conocer cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Y entre esas cosas ocultas comprenderás quién es el ‘Yavé-Dios’ guerrero… Y así podrás dar una respuesta acertada a mi pregunta.
¡PIES EN TIERRA!
¡LIBERTAD, JUSTICIA Y AMOR!
Manuel, Profeta de ‘Clave 9’.
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