(Imagen composición original del autor).
El pesimismo ondea en nuestras mentes cual presagio maléfico de estirpe primigenia, en cuanto al fin de la humanidad se refiere. Ante la crudeza de la realidad histórica pareciera que la maldición está sobre la humanidad. Como si de verdad estuviéramos programados para la fatalidad. Lo demás no cuenta. Quien piense lo contrario es tenido por iluso.. Difícil es, sí, demostrar lo contrario en un mundo perverso e inhumano. La misma Biblia nos ha retratado como autores de un panorama nefasto, y hasta el mismo Dios bíblico, y dioses de otras comarcas, han descargado su ira contra nosotros. Recordemos el relato del paraíso terrenal. Fuimos arrojados de él como raza maldita. Y como raza maldita hemos llegado a nuestros días sin poder levantar cabeza. ¿Será capaz nuestro libre albedrío de romper con esta maldición que pesa sobre la raza adánica:
"Por ti será maldita la tierra"? /Gén. 3,17/.
Pasaron siglos y milenios. Perversión y más perversión. Llegó 'El Mesías', y lo crucificamos. No en vano dijo el Profeta: "No hay verdad, ni hay misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. No hay más que perjurio, y mala fe, y homicidio, y hurto y adulterio. Rompen por todo; y un charco de sangre toca a otro" /Os. 4,6-12/.
¿Quién se atrevería a profetizar un mundo mejor, que no sea tildado de loco, en un mundo en picada hacia la irremisión del abismo? Yo no echaría más leña a la candela por cuenta propia, sabiendo que el mundo arde por los cuatro costados y a la redonda. Como si la 'bestia apocalíptica' estuviera suelta. Agoreros de oficio atizan las ascuas de una tercera guerra mundial, como si no hubiéramos tenido bastante con la segunda. A diario la sacamos a flor de labios como rutina y lo más normal, aunque por dentro cunda el miedo. ¿A qué condujo la segunda guerra mundial, sino a dar riendas sueltas a las pasiones y ambiciones de la fiera humana? Millones de muertos. Millones de suplicios y escarnios. Millones de huérfanos. Mares de lágrimas agitados por el dolor y la desesperanza... En fin... De desatarse la tercera guerra mundial, miles de años no serían suficientes para borrar las secuelas que dejarían a su paso las bombas químicas y radiactivas, que, cual lluvia de estrellas fugaces se precipitarían sobre el Planeta. Y el holocausto infernal como que está a la vuelta de la esquina. ¿Quién lo detiene? ¿Qué profecía tendría fuerza para contrarrestar el flagelo de la droga, del terrorismo, del matar por matar, del robar por robar, del violar por violar, de infringir daños irreparables a la dignidad humana pisoteando a diario los más elementales derechos y la justicia, de la prostitución y aberración del sexo, del materialismo asfixiante, del comercio hasta de las cosas de Dios...? ¿A dónde el profeta, si ya los valores primordiales de la vida han sido depositados como chatarras en el muladar de los que osan más bajo que los puercos, pues que acostumbro a decir: 'El hombre vibra más bajo que los cerdos, pues que estos hacen del fango su goce, mientras el hombre hace de lo que debería ser su goce, fango'.
"Lo escrito, escrito está". Y yo creo en "lo escrito". Y en "lo escrito" hay severa advertencia: "Miré y vi un caballo bayo, y el que cabalgaba sobre él tenía por nombre Mortandad, y el infierno le acompañaba. Fueles dado poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar por la espada, y con hambre, y con la peste, y con las fieras de la tierra" /Ap. 6,8/. Este sería el "cuarto sello" que, en la visión del Autor, abrió el Cordero. Sin duda que el "caballo bayo" es de semblanza bélica e infernal, y su jinete, "Mortandad", es su capacidad destructiva para matar sin piedad, bomba o cohete atómicos, químicos y radiactivos. Y, como si faltara algo, el autor coloca de retaguardia a "las fieras de la tierra", columnas blindadas montadas por la peor de las fieras, 'la fiera humana', para arrasar con lo poco que quede. ¿Y cuándo tengan que quitarse las máscaras y los uniformes protectores? ¿De qué agua van a beber, que no este contaminada? ¿De qué pan van a comer, que ni trigo, ni maíz, etc., escaparían de la irradiación? "El quinto sello" fue de lamentaciones. "El sexto" es de aspecto espantoso:"...hubo un gran terremoto, y el sol se volvió negro..., y la luna se tornó toda como sangre, y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra..., y el cielo se enrolló como un libro que se enrolla, y todos los montes e islas se movieron en sus lugares..." /Id. 6,12-14/.
He dicho 'severa advertencia'; no lo inevitable. El Apocalipsis no es 'amenaza', sino 'alerta' para que evitemos que se abran 'los sellos fulminadores'. Mas la carrera armamentista desafía el preaviso, y la humanidad puede sufrir funestas consecuencias: lluvia de bombas mortíferas que dañarían el aire, las aguas y todo vetigio de vida sobre la tierra. ¿Cuento? La mano de Dios nos acoja primero.
Y siguieron bramando las 'bestias apocalípticas':"...y hubo granizo y fuego mezclado con sangre, que fue arrojado a la tierra; y quedó abrasada la tercera parte de la tierra... Vi y oí un águila que volaba por medio del cielo diciendo con poderosa voz: ¡Ay, ay, ay de los moradores de la tierra por los restantes toques de trompeta de los tres ángeles que todavía han de tocarla!" /Id. 8,7-13/. Expresiones sobrecogedoras, pero que el hombre las desafía a diario con arrogancia y prepotencia, y con no menos maldades fríamente planificadas. Y sigue su marcha por derroteros de orgías, de destrucción y de muerte. Sus inventos tienden a romper los valores esenciales de la vida; y son enajenantes sus distracciones y esparcimientos, porque con ellos ahoga el espiritu que late dentro de él. La diversión está en proporción a sus afanes e intereses materialistas. Mas todavía hay tiempo para detener a esa "aguila" que puede cruzar los espacios y hoyar el planeta en cataclismo de 'invernadero /"granizo y fuego"/' hasta quedar "abrasada la tercera parte de la tierra", y el resto en agonía inimaginable.
El Apocalipsis es 'advertencia'. Todavía hay tiempo para evitar la noche oscura y sin más esperanza que la desolación. Por eso "lo escrito" nos sale al buen momento para corregir y tomar rumbo certero. "Me dijeron: Es preciso que de nuevo profetices a los pueblos, a las naciones, a las lenguas y a los reyes numerosos" Id. 10,11/. Sí, esto mismo me dijeron los Maestros del Universo, Peregrinos del Universo, el día 16 de Junio de 1979 en mi 'arrebato cósmico'. Y desde entonces estoy profetizando por voz de Arriba una "NUEVA GENERACION, 'CLAVE 9'" de hombres más libres, más justos y más amorosos. Lo cual es posible lograr por el ejercicio armónico de la Libertad, de la Justicia y del Amor, cuyo resultado sería un nuevo tipo de conciencia: 'Conciencia Cósmica', conciencia de unidad, de universalidad y de trascendencia. Esto es, podemos elevarnos de condición no sólo en lo individual, sino también en lo social, en lo universal y en lo que somos como entidades de energía superior o espiritual. Misión ésta de 'Clave 9' que poco a poco vamos exponiendo en este 'blog'.
¡PIES EN TIERRA!
¡LIBERTAD, JUSTICIA Y AMOR!
Manuel, Profeta de 'Clave 9'.