25 mayo 2006

SERES SUPERIORES CRUZAN CIELOS DE MADRID.

En fotos de cielos tenebrosos, tomadas por Maribel en Madrid, Abril de 2006, se nos manifiesta a los terrícolas que no estamos solos, que estamos vigilados. Bien dice J.J. Benítez en "Los Astronautas de Yavé", pág. 100-101: "El Dios trascendente se revela en los fenómenos metereológicos terrestres, por ejemplo, en la oscura nube tormentosa". Manifestaciones continuas de todos los siglos testimonian que estamos 'telescopiados'. Y yo, Manuel, doy fe de esto por dos razones: Una, porque mi presencia en el Planeta obedece a varias 'encarnaciones' para cumplir misión específica entre los humanos; otra, porque soy testigo, y poseo fotos, de 'este conceptuado fenómeno extradimensional', pero que es una realidad. Yo mismo formo parte agente de estas revelaciones. El Mensaje 'Clave 9' contiene al respecto: "Tú eres Manuel, y perteneces a la Tercera Dimensión-Luz...". Se crea o no se crea en esto, aquí estoy y puedo testificar con fotos de ello. Fotos que poco a poco iremos dando a conocer.
Por ahora, hago dos alusiones: A) Una imagen más sobre las revelaciones de las 'rocas de Birmania'. B) Varias imágenes sobre el cielo de Madrid: 1ª) Una perfecta cruz sobre la cúspide de las nubes; detrás de la cruz, de centro a lado izquierdo, 'la figura de Jesús' /que a la vez aparece más grande en lateral izquierdo/. 2ª) En otra parte de las nubes: También 'la figura de Jesús', aunque en miniatura /en tres enfoques/. 3ª) En otro ángulo de las nubes: Figura de Manuel 'Profeta'. 4ª) Una panorámica de las nubes que intitulo 'viajando con Jesús'. 5ª) Un vigía con miradas desafiantes /Dos más poseo de los cielos de Mérida, Venezuela/.



¡PIES EN TIERRA!
¡LIBERTAD, JUSTICIA Y AMOR!
Manuel, Profeta de 'Clave 9'.

11 mayo 2006

¿VENIMOS PROGRAMADOS PARA EL MAL?

(Imagen composición original del autor).
El pesimismo ondea en nuestras mentes cual presagio maléfico de estirpe primigenia, en cuanto al fin de la humanidad se refiere. Ante la crudeza de la realidad histórica pareciera que la maldición está sobre la humanidad. Como si de verdad estuviéramos programados para la fatalidad. Lo demás no cuenta. Quien piense lo contrario es tenido por iluso.. Difícil es, sí, demostrar lo contrario en un mundo perverso e inhumano. La misma Biblia nos ha retratado como autores de un panorama nefasto, y hasta el mismo Dios bíblico, y dioses de otras comarcas, han descargado su ira contra nosotros. Recordemos el relato del paraíso terrenal. Fuimos arrojados de él como raza maldita. Y como raza maldita hemos llegado a nuestros días sin poder levantar cabeza. ¿Será capaz nuestro libre albedrío de romper con esta maldición que pesa sobre la raza adánica: "Por ti será maldita la tierra"? /Gén. 3,17/.
Pasaron siglos y milenios. Perversión y más perversión. Llegó 'El Mesías', y lo crucificamos. No en vano dijo el Profeta: "No hay verdad, ni hay misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. No hay más que perjurio, y mala fe, y homicidio, y hurto y adulterio. Rompen por todo; y un charco de sangre toca a otro" /Os. 4,6-12/.
¿Quién se atrevería a profetizar un mundo mejor, que no sea tildado de loco, en un mundo en picada hacia la irremisión del abismo? Yo no echaría más leña a la candela por cuenta propia, sabiendo que el mundo arde por los cuatro costados y a la redonda. Como si la 'bestia apocalíptica' estuviera suelta. Agoreros de oficio atizan las ascuas de una tercera guerra mundial, como si no hubiéramos tenido bastante con la segunda. A diario la sacamos a flor de labios como rutina y lo más normal, aunque por dentro cunda el miedo. ¿A qué condujo la segunda guerra mundial, sino a dar riendas sueltas a las pasiones y ambiciones de la fiera humana? Millones de muertos. Millones de suplicios y escarnios. Millones de huérfanos. Mares de lágrimas agitados por el dolor y la desesperanza... En fin... De desatarse la tercera guerra mundial, miles de años no serían suficientes para borrar las secuelas que dejarían a su paso las bombas químicas y radiactivas, que, cual lluvia de estrellas fugaces se precipitarían sobre el Planeta. Y el holocausto infernal como que está a la vuelta de la esquina. ¿Quién lo detiene? ¿Qué profecía tendría fuerza para contrarrestar el flagelo de la droga, del terrorismo, del matar por matar, del robar por robar, del violar por violar, de infringir daños irreparables a la dignidad humana pisoteando a diario los más elementales derechos y la justicia, de la prostitución y aberración del sexo, del materialismo asfixiante, del comercio hasta de las cosas de Dios...? ¿A dónde el profeta, si ya los valores primordiales de la vida han sido depositados como chatarras en el muladar de los que osan más bajo que los puercos, pues que acostumbro a decir: 'El hombre vibra más bajo que los cerdos, pues que estos hacen del fango su goce, mientras el hombre hace de lo que debería ser su goce, fango'.
"Lo escrito, escrito está". Y yo creo en "lo escrito". Y en "lo escrito" hay severa advertencia: "Miré y vi un caballo bayo, y el que cabalgaba sobre él tenía por nombre Mortandad, y el infierno le acompañaba. Fueles dado poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar por la espada, y con hambre, y con la peste, y con las fieras de la tierra" /Ap. 6,8/. Este sería el "cuarto sello" que, en la visión del Autor, abrió el Cordero. Sin duda que el "caballo bayo" es de semblanza bélica e infernal, y su jinete, "Mortandad", es su capacidad destructiva para matar sin piedad, bomba o cohete atómicos, químicos y radiactivos. Y, como si faltara algo, el autor coloca de retaguardia a "las fieras de la tierra", columnas blindadas montadas por la peor de las fieras, 'la fiera humana', para arrasar con lo poco que quede. ¿Y cuándo tengan que quitarse las máscaras y los uniformes protectores? ¿De qué agua van a beber, que no este contaminada? ¿De qué pan van a comer, que ni trigo, ni maíz, etc., escaparían de la irradiación? "El quinto sello" fue de lamentaciones. "El sexto" es de aspecto espantoso:"...hubo un gran terremoto, y el sol se volvió negro..., y la luna se tornó toda como sangre, y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra..., y el cielo se enrolló como un libro que se enrolla, y todos los montes e islas se movieron en sus lugares..." /Id. 6,12-14/.
He dicho 'severa advertencia'; no lo inevitable. El Apocalipsis no es 'amenaza', sino 'alerta' para que evitemos que se abran 'los sellos fulminadores'. Mas la carrera armamentista desafía el preaviso, y la humanidad puede sufrir funestas consecuencias: lluvia de bombas mortíferas que dañarían el aire, las aguas y todo vetigio de vida sobre la tierra. ¿Cuento? La mano de Dios nos acoja primero.
Y siguieron bramando las 'bestias apocalípticas':"...y hubo granizo y fuego mezclado con sangre, que fue arrojado a la tierra; y quedó abrasada la tercera parte de la tierra... Vi y oí un águila que volaba por medio del cielo diciendo con poderosa voz: ¡Ay, ay, ay de los moradores de la tierra por los restantes toques de trompeta de los tres ángeles que todavía han de tocarla!" /Id. 8,7-13/. Expresiones sobrecogedoras, pero que el hombre las desafía a diario con arrogancia y prepotencia, y con no menos maldades fríamente planificadas. Y sigue su marcha por derroteros de orgías, de destrucción y de muerte. Sus inventos tienden a romper los valores esenciales de la vida; y son enajenantes sus distracciones y esparcimientos, porque con ellos ahoga el espiritu que late dentro de él. La diversión está en proporción a sus afanes e intereses materialistas. Mas todavía hay tiempo para detener a esa "aguila" que puede cruzar los espacios y hoyar el planeta en cataclismo de 'invernadero /"granizo y fuego"/' hasta quedar "abrasada la tercera parte de la tierra", y el resto en agonía inimaginable.
El Apocalipsis es 'advertencia'. Todavía hay tiempo para evitar la noche oscura y sin más esperanza que la desolación. Por eso "lo escrito" nos sale al buen momento para corregir y tomar rumbo certero. "Me dijeron: Es preciso que de nuevo profetices a los pueblos, a las naciones, a las lenguas y a los reyes numerosos" Id. 10,11/. Sí, esto mismo me dijeron los Maestros del Universo, Peregrinos del Universo, el día 16 de Junio de 1979 en mi 'arrebato cósmico'. Y desde entonces estoy profetizando por voz de Arriba una "NUEVA GENERACION, 'CLAVE 9'" de hombres más libres, más justos y más amorosos. Lo cual es posible lograr por el ejercicio armónico de la Libertad, de la Justicia y del Amor, cuyo resultado sería un nuevo tipo de conciencia: 'Conciencia Cósmica', conciencia de unidad, de universalidad y de trascendencia. Esto es, podemos elevarnos de condición no sólo en lo individual, sino también en lo social, en lo universal y en lo que somos como entidades de energía superior o espiritual. Misión ésta de 'Clave 9' que poco a poco vamos exponiendo en este 'blog'.
¡PIES EN TIERRA!
¡LIBERTAD, JUSTICIA Y AMOR!
Manuel, Profeta de 'Clave 9'.


03 mayo 2006

NEVADA COSMICA CUAL MANÁ EN EL DESIERTO


Sobre esta foto, tomada en el páramo de Mérida -Venezuela, he realizado composición de naves /ovnis/, transportándome a aquellos pasajes bíblicos, cuando Yavé alimentó a su pueblo con el "maná" durante cuarenta años. Aquello no pudo ser simplemente "codornices y escarcha" caídos milagrosamente del cielo como 'carne y pan'. Allí había algo más que una bandada de codornices de esas que acostumbran a ver los beduinos en el desierto, y algo más que copos de nieve:"...volviéronse /los hijos de Israel/ de cara al desierto y apareció la gloria de Yavé en la nube" /Ex. 16,10/.
"La gloria de Yavé en la nube...". Constantemente se repite este pasaje en la Biblia, cada vez que Yavé se hace presente. La figura de 'nube' /nave, ovni/, está, pues, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. ¿Qué era todo esto? ¿Quién era Yavé? ¿En qué venía Yavé ? ¿De dónde su procedencia? ¿Por qué se llama "Yavé Dios"? ¿Puede el Dios Omnipotente y Omnipresente depender de 'nubes' /naves, ovnis/, para trasladarse al Planeta Tierra? Mas, continuemos:"...Yavé dijo a Moisés:'Yo vendré a ti en densa nube, para que vea el pueblo que yo hablo contigo y tengan siempre fe en ti... Al tercer día bajará Yavé a la vista de todo el pueblo, sobre la montaña del Sinaí. Tú marcarás al pueblo un límite en torno, diciendo: Guardaos de subir vosotros, porque quien tocare la montaña , morirá. Nadie pondrá la mano sobre él, sino que será lapidado o asaeteado. Hombre o bestia, no quedará con vida. Cuando las voces, la trompeta y la nube hayan desaparecido, podrán subir a ella'"/Id. 19,9-13/. Advertencia y amenazas duras, para un Padre Misericordioso /Dios/ que viene a visitar a sus hijos, y luego no se pueden acercar a El. No lo digo yo; está escrito: "Será lapidado o asaeteado... No quedará con vida". ¿Acaso el Dios Todo Espíritu necesita de un vehículo con fuego, humo y ruidos aterradores? Pues bien. "Al tercer día por la mañana hubo truenos y relámpagos, y una densa nube sobre la montaña, y un muy fuerte sonido de trompetas, y el pueblo temblaba en el campamento... Todo el Sinaí humeaba, pues había descendido Yavé en medio del fuego, y subía humo, como un humo de horno, y todo el pueblo temblaba. El sonido de la trompeta se hacía cada vez más fuerte"/Id. 19,16-19/. Y "Todo el pueblo oía truenos y el sonido de la trompeta, y veía las llamas y la montaña humeante; y atemorizados, llenos de pavor, se estaban lejos"/Id. 20,18/. 'Truenos, relámpagos, fuego, humo, trompetas, voces...'. Recuerdo, y para mejor comprensión del amable lector, que una tarde, la Hermanita Maribel, que desde España venía de visita a Mérida, tuvimos la oportunidad, no sé si por azar o por 'causalidad', de leer juntos un texto que escenificaba detalladamente la concepción de los aborígenes del Nuevo Continente respecto a los 'conquistadores'. Ellos veían a sus 'dioses' en los conquistadores, vestidos éstos de armaduras y con armas de fuego. Y cuando disparaban sus armas, atribuían al estampido y luces y otros sonidos del disparo: ' el trueno, el relámpago, el sonido de trompeta, etc.' , a la cólera de sus 'dioses'. ¿Mas, cuál puede ser la diferencia entre aquellos aborígenes y los pueblos primitivos de la Biblia? -Su modo de percibir era el mismo. La diferencia estaría en que los aborígenes americanos tenían delante de sí 'conquistadores y armas que hacían explosión', y los israelitas: una nave /ovni/. Ambos elementos con las mismas características: 'trueno, relámpagos, trompetas, etc.'.
Continuaremos con estos temas hasta descifrar bien 'quién era Yavé' y 'qué era todo aquello' que hacía temblar como algo pavoroso al pueblo, e incluso Moisés debía ser precavido.
¡PIES EN TIERRA!
¡LIBERTAD, jUSTICIA Y AMOR!
Manuel, Profeta de 'Clave 9'.